sábado, 18 de junio de 2011

Corales Mentales

Había un hombre triste          
lamentándose frente a un mar;
olas a sus pies llegaban
tal como los recuerdos
que mojaban sus presentes
en esas mismas playas
pero en otro tiempo
humedecidas en compañía
de su ser amada que ya no tenía.

El se preguntaba
porque ella fue tan ingrata
de desaparecer
como lo hacen las conchas
que emergen del mar
a donde el mismo las vuelve a llamar.

Yo quise arrancar
de un solo estirón
ese arrecife de recuerdos
donde aquel hombre
quería sujetarse para seguir viviendo.

Ese hombre estaba
deformando sus sentimientos.

"Ella era agua de mar
y él la confundió con húmeda arena,
pues quien consciente está
que agua detiene en sus manos
no abre sus dedos
por mantenerla sujeta"
y quien la crea arena
los abre en la confianza
que ella no caerá
si abre de a poco
o mucho o no aprieta.

Ese fue el problema,
no tuvo la interpretación correcta
no sabía de lo que estaba hecha!
no ha sido culpa de ella
ella no fue la ingrata
usted fue falto
de saber retenerla.

Ya no petrifique su idea de ella
ya no la recuerde mal
que usted mismo se ahoga
en sujetarse a ese coral mental.
Suéltese de esa piedra!
ya ni vida cabe en ella
y usted en esa errónea idea
la vida está dispuesto a dejar.

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