sábado, 4 de junio de 2011

El sexto mes nos mojaba

Yo corría para no empaparme
pero la llovizna que se presentaba desde antes,
ya me tenía humedecida;
no vi caso en negarme a seguirme mojando
por el aguacero que se venía anunciando;
el chubasco vino a prevenirme una fiebre incurable, creo.
Yo volteaba a verte
y corrías detrás de mi
con los ojos llenos de relámpagos y estruendos,
de pronto sentí miedo
y corría más rápido buscando refugio incomodo o amplio,
no se, no había tiempo de figurarlo!
volteé de nuevo a verte
detrás corriendo mojado como desquiciado...
y al alcanzarme...
ya escurriendo a chorros
en tu gran arrebatado abrazo a mi espalda contra tu pecho,
nuestro trueno me dejo inmóvil y flácida en tu cuerpo
y no pude gobernarme... más bien... me conquistaste, esclavizaste;
domada por la corriente de tus manos
que no podían apagar el rayo en tu mirada.
Tu calor y el mío se homogenizaban....
los sudores con el agua de nuestro tormentoso cielo se mezclaban, confundiéndose.
Hubo personas que nos miraban lloviéndonos
y contaron que vaporizaba el aguacero de nuestros cuerpos de silenciosas llamas
formándose una tierna bruma que cubría nuestro suelo....
también fueron testigos de las nuevas nubes
que se formaban encima de nuestras auras,
coloreadas pintadas de nuestro dramático encuentro,
en esta sorpresa sublime del tiempo y sus circunstancias,
en esta maravillosa...inesperada...
tardía... enigmática...
lluvia de Junio
estoy mojada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario